Escribía Pedro Barea que la radio se produce en la fragmentación, se recrea en cada oyente y cada oyente es el notario de esa realidad, suya, intransmisible. “La radio es inabarcable porque la rehace en sí quien la escucha. Y por silvestre”. Y sí, la radio es silvestre, muy silvestre. Igual suena a tempestad que a lluvia fina, a niños correteando en un campo verde y florido en primavera o a la lucha de una sangrienta batalla… La radio suena a polifonía a través de las cientos de voces que la pueblan cada día y suena a hogar a través de sus elementos identificativos: esas sintonías, caretas, ráfagas o promos que la sonorizan y definen el espacio acústico  de cada oyente.

 

Hemos querido hacer nuestro particular “Cachitos” de sintonías radiofónicas y hemos recogido recomendaciones de aquí y de allá. Han sido muchos los que han colaborado con sus recuerdos y recomendaciones. ¡Gracias! En esta crónica sonora recogemos una selección de sintonías que están en la memoria colectiva de la radio y en la de cada oyente.

 

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