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Así se orienta La Brújula

Por La Radio de mi recreo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“El periodismo consiste básicamente en enterarse de lo que pasa, estudiarse los temas, sintetizarlos, entenderlos y contarlos. Hay que dedicarle horas a enterarse. No queda otra. Para hacer buen periodismo radiofónico os tiene que gustar estudiar”. Así resumía magistralmente Carlos Alsina los objetivos del periodismo en un reciente encuentro con estudiantes en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca.

 

Para explicarnos cómo se hacían cada día su trabajo, el director de La Brújula de Onda Cero describió dos posibles situaciones a partir de las cuales se suele producir la organización de un programa informativo. Puedes partir de un programa planificado, de la rutina informativa, de los temas previstos, más o menos relevantes o novedosos, de un ritmo de producción relajado y definir, por lo tanto, un programa a partir de su estructura básica. O puedes encontrarte con una última hora, con una noticia extraordinaria. En esa situación –asegura Alsina- tienes poco que pensar: “solo hay que hacer periodismo. Te olvidas de la estructura del programa. Tratas de reaccionar, de mantener la serenidad en antena, de contar lo que sabes y, sobre todo, de conseguir que te hablen los que saben más”. Al final, lo que tienes que conseguir es que suene un relato ordenado dentro del posible caos. El mismo relato ordenado que te suele salir de un programa planificado.

 

La Brújula de Onda Cero se empieza a preparar cada día desde primera hora en la cabeza de su director. El equipo, formado por 6 personas, empieza a trabajar sobre las 4 de la tarde. Se sabe que cada día van a pasar algunas cosas –son las previsiones informativas- ; luego hay temas propios o de otros programas de la cadena. Entre 5 y media y 6 de la tarde sale del horno la pauta del programa, donde el equipo ha definido ya la agenda temática del día. Antes de esa hora Carlos Alsina suele tener ya escrito su monólogo. “El primero tardé 3 días en escribirlo”, asegura. A lo largo de la tarde se van incorporando al trabajo del programa los compañeros de las secciones y los colaboradores. Y a las 8 empieza “la función”, que terminará a eso de las 12 de la noche con el final de la tertulia y el comentario de Fernando Onega. Alsina defiende que un programa de radio informativo debe intentar que cada minuto sea interesante, “que lleve el apellido de informativo no le resta esa necesidad”. Para ello apuesta por ir siempre más allá de los temas, por contextualizarlos lo mejor posible y por abordar temas y contenidos que no siempre están en la agenda informativa. Buen ejemplo de ello son algunas de las secciones que podemos escuchar en La Brújula.

 

Cada día Carlos Alsina orienta La Brújula de Onda Cero con su famoso “les voy a decir una cosa” para contar historias como esta.

 

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